"Explicar a los oprimidos la verdad sobre la situación es abrirles el camino de la revolución" León Trotsky
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domingo, 1 de noviembre de 2009
Cromañón: ¡Vamos por la cárcel para Ibarra y Chabán!
Después del fallo judicial por “Cromañón”
¡Vamos por la cárcel para Ibarra y Chabán!
Después de enormes y continuas movilizaciones del movimiento de familiares, amigos y sobrevivientes de Cromañón, la justicia finalmente dictaminó a favor del encarcelamiento por 20 años de Chabán, uno de los principales responsables de la masacre. Al mismo tiempo, se le otorgaron penas mínimas a las funcionarias del Estado que formaban parte del entramado de corrupción e impunidad que permitió que ese día murieran 194 jóvenes. Sin embargo, aún queda un año para que se efectivice la condena, si es que se llega a efectivizar. El fallo, aún con sus limitadas penas, fue un triunfo del movimiento de Cromañón y que ahora deberemos garantizar su cumplimiento por medio de la lucha. De todas formas, si eso se lograra no podemos dejar de señalar que el fallo sigue siendo leve y garantiza la impunidad del resto de los responsables. Por lo tanto, es un triunfo que debemos tomar a cuenta de todo lo que falta. La lucha por justicia para nuestros pibes no terminó sino que recién empieza una nueva etapa.
Atacan a Callejeros, encubren a Ibarra
Los días previos a la sentencia, y luego de anunciada la misma, los medios de comunicación de la burguesía hicieron una furiosa campaña contra Callejeros, acompañada por el propio fiscal de la Nación, quienes señalaron permanentemente que la banda tiene la misma responsabilidad que Chabán en lo sucedido. Cargan las tintas contra Callejeros mientras omiten concientemente mencionar que el principal responsable político de la masacre, Aníbal Ibarra, fue absuelto de forma escandalosa e incluso tiene la posibilidad de presentarse a elecciones como si nada hubiese ocurrido.
Es claro que la cuestión de Callejeros divide aguas al interior del “movimiento Cromañón”, entre quienes defienden su absolución y entre quienes sostienen que tienen que ir presos. Es claro, también, que el movimiento necesita unificarse para luchar, en primer lugar, porque se cumpla efectivamente la pena dictada contra Chabán, en segundo lugar, porque vaya preso Aníbal Ibarra, y en tercer lugar, para que les aumenten las penas a todos los funcionarios del Estado y del aparato represivo con responsabilidad en la masacre. La pregunta que tenemos que hacernos los que luchamos por la cárcel para todos los responsables de la masacre de Cromañón es clara: si no hay cárcel para Ibarra y Chabán, ¿por qué habría que castigar primero a Callejeros? Evidentemente, se trata de una maniobra para dividir al movimiento y garantizar la impunidad de los culpables.
El ataque contra las bandas
La furiosa ofensiva de los medios de comunicación tiene, a su vez, razones más profundas: expresa la oposición de este régimen social capitalista al desarrollo del arte y la música como una manifestación liberadora de la juventud. Responsabilizar a Callejeros unilateralmente no pone sobre la mesa que prácticamente todas las bandas (fundamentalmente, las que no negocian con ningún gran sello discográfico) tienen que tocar en pésimas condiciones. La realidad es que cobran un porcentaje miserable sobre lo que se recauda en cada recital y tocan en condiciones absolutamente precarias que ponen en riesgo la vida del público o de los mismos músicos no porque quieran sino porque hay un sistema mafioso de coimas entre empresarios, políticos y policías que se lo impone. Esa es la forma en que el sistema capitalista descarga su barbarie sobre el arte, la música y la cultura en general.
Por eso el ataque a las bandas recrudeció después de Cromañón, y con más fuerza ahora bajo el gobierno de Macri. Cada vez se hace más difícil conseguir un lugar para tocar, porque con la excusa de garantizar la seguridad el gobierno impone condiciones a las que solamente pueden acceder las grandes bandas. El Estado, en vez de garantizar lugares seguros a disposición de todos los grupos musicales independientes, aprovechó lo sucedido para atacar a los músicos e imponerles que toquen en peores condiciones todavía. Esto cualquier pibe lo sabe.
Con Macri sigue la Ciudad Cromañón… ¡Que se vaya!
De todas formas, esto no significa que la Ciudad Cromañón haya dejado de existir. Muy por el contrario, la masacre de 6 criaturas durante el incendio en el barrio de La Boca a principio de año mostró cómo el Estado, ahora dirigido por Macri, sigue permitiendo que la población viva en condiciones de hacinamiento y derrumbe edilicio así como también sigue permitiendo que las redes de trata y las mafias de proxenetas funcionen impunemente o sigue permitiendo que funcionen los talleres textiles clandestinos con obreros esclavizados y sin ningún tipo de medida de seguridad mínima. Mejor aún, no sólo “sigue permitiendo” sino que las propias mafias y camarillas que anidan dentro del Estado, tanto nacional como el de la ciudad, se asocian, promueven y hasta forman parte de estas mafias. En resumen, el capitalismo mismo se ha transformado en una gran asociación ilícita y, por lo tanto, su Estado no puede tener otro objetivo que garantizar la reproducción de esos grandes negociados a costa de la vida de los trabajadores.
Para que triunfe la lucha para que no haya otro Cromañón se necesita, además de conquistar la cárcel para Ibarra y Chabán, pelear también para que se vaya Macri. La lucha para acabar con la república Cromañón, entonces, debe ser contra el poder político, la clase capitalista y su Estado.
Por lo tanto, el FEL plantea: Cárcel ya para Ibarra y Chabán. Que les aumenten las penas a los funcionarios del Estado y del aparato represivo con responsabilidad en la masacre. Desmantelamiento de todas las redes de trata, talleres con trabajo esclavo, el narcotráfico y las mafias. ¡Fuera Macri, defensor de la Ciudad Cromañón!
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